El dolor lumbar (LBP) es extremadamente común y afectará al menos al 80% de nosotros al menos una vez durante nuestra vida, y muchos experimentan episodios crónicos recurrentes o prolongados. Aunque los quiroprácticos a menudo utilizan terapias manuales—como la manipulación espinal—para controlar el dolor lumbar, también pueden recomendar ejercicios de estabilización espinal como parte del proceso de tratamiento.
Los estudios han demostrado que los pacientes con dolor lumbar a menudo tienen debilidad en los músculos del núcleo. En particular, ciertos músculos profundos e involuntarios importantes como los rotadores finos de la columna llamados multifidus lumbar, pueden desactivarse y desincronizarse o coordinarse con otros músculos centrales como el transverso del abdomen y el glúteo máximo durante los patrones de movimiento normales. Esta pérdida de soporte de la columna lumbar aumenta el estrés y la carga en la columna vertebral, lo que puede provocar lesiones y/o respuestas deficientes al tratamiento.
Los ejercicios de estabilización del núcleo (CORE) están destinados a ayudar a reactivar la función muscular normal, lo que aumenta la estabilidad de la columna vertebral, promueve el control neuromotor en la región lumbopélvica, e induce rigidez íntersegmentaria para prevenir las fuerzas cortantes que conducen a lesiones y/o mala recuperación y dolor lumbar crónico.
Algunos ejemplos de ejercicios de estabilización del núcleo incluyen la plancha, la plancha lateral, el bird dog y el puente, así como los movimientos que incorporan una pelota de estabilidad. Basado en su caso particular, su médico quiropráctico puede brindarle recomendaciones sobre los ejercicios en los que debe concentrarse.
Entonces, ¿qué tan buenos son los ejercicios de estabilización del núcleo en el manejo del dolor lumbar crónico? Una revisión sistemática del 2021 encontró que los ejercicios de estabilización del núcleo benefician a los pacientes con dolor lumbar tanto a corto como a largo plazo más que otros enfoques de ejercicio como el entrenamiento general de fuerza y estiramiento, caminadoras, y el uso de varios dispositivos de entrenamiento. Además, los ejercicios de estabilización del núcleo funcionan aún mejor para reducir el dolor y la discapacidad y mejorar la fuerza y la función de los músculos del núcleo cuando se combinan con otros enfoques de tratamiento como la estimulación eléctrica neuromuscular, la movilización de la columna torácica, y la técnica de liberación miofascial.