Las raíces del nervio ciático salen de la columna a través de varios niveles en la zona lumbar, se unen en la región de los glúteos y viajan hacia las extremidades inferiores. Cuando se aplica presión sobre el nervio ciático en la zona lumbar, puede generar dolor y otras sensaciones a lo largo del nervio hasta una de las piernas; una afección a la que comúnmente nos referimos como ciática.
En los adultos jóvenes y de mediana edad, la causa más común de ciática es una hernia discal en la parte baja de la espalda en una o más ubicaciones. Debido a la estructura del nervio ciático, las características de los síntomas del paciente pueden orientar a su médico quiropráctico sobre dónde buscar posibles causas en la zona lumbar:
- Nivel S1-2 (raíz nerviosa S1): Parte externa del pie adormecida, dificultad para caminar sobre los dedos de los pies, reflejo débil del tendón de Aquiles.
- Disco L5-S1 (raíz nerviosa L5): Interior del pie entumecido, dedo gordo y talón débiles al caminar, sin cambios en los reflejos.
- Disco L4-5 (raíz nerviosa L4): Tibia entumecida, talón débil al caminar, pérdida del reflejo del tendón rotuliano.
- Disco L3-4 (raíz nerviosa L3): Rodilla medial entumecida, debilidad al subir escalones, reflejo del tendón rotuliano débil.
- Disco L2-3 (raíz nerviosa L2): Dolor/entumecimiento en la parte frontal del muslo, debilidad al subir escalones, reflejo rotuliano positivo.
- Disco L1-2 (raíz nerviosa L1): Dolor/entumecimiento en la ingle, debilidad al hacer sentadillas y dar pasos, sin reflejo tendinoso profundo.
- Disco T12-L1 (raíz nerviosa T12): Glúteos adormecidos, músculos abdominales inferiores débiles, posible compresión de la médula espinal.
En pacientes con ciática menores de 55 años, los dos discos más bajos de la zona lumbar, el L4-5 y el L5-S1, son los culpables el 95% de las veces. La buena noticia es que una revisión sistémica de 49 estudios publicados encontró que la terapia de manipulación espinal, la forma principal de atención brindada por los médicos quiroprácticos, es una opción eficaz de tratamiento no quirúrgico para aliviar el dolor local e irradiado en pacientes con hernia discal en la espalda baja.
A pesar de que el dolor ciático suele ser inicialmente agudo y severo, la mayoría de los casos pueden tratarse con éxito de forma no quirúrgica dentro de tres a seis semanas; sin embargo, puede ser necesaria una derivación a un especialista o una derivación para imágenes avanzadas (como una resonancia magnética) para identificar fuentes de dolor adicionales si el dolor del paciente persiste. La cirugía suele estar restringida a quienes tienen pérdida neurológica y/o problemas de control intestinal o vesical (estos últimos pueden volverse emergentes para evitar la permanencia). Al igual que con muchas afecciones musculoesqueléticas, cuanto antes se busque atención durante el curso de la enfermedad, más probabilidades hay (y más rápidas) de lograr un resultado exitoso del tratamiento.