El proceso de latigazo cervical puede provocar una serie de síntomas concurrentes (dolor de cuello, dolores de cabeza, rango de movimiento cervical limitado, etc.) denominados trastornos asociados al latigazo cervical o WAD. Se estima que aproximadamente uno de cada cinco pacientes con WAD también desarrollará síntomas potencialmente crónicos, similares a una conmoción cerebral, como confusión mental, dificultad para concentrarse y otros deterioros cognitivos. Un estudio de 2020 arrojó luz sobre una forma de ayudar a identificar a estos pacientes desde el principio, de modo que el tratamiento dirigido podría ayudar a evitar que su WAD se vuelva crónico y persistente.
En el estudio, los investigadores utilizaron fMRI en estado de reposo (rs-fMRI) para obtener imágenes de 23 pacientes con WAD crónica y compararon sus hallazgos con evaluaciones utilizadas para medir objetivamente la discapacidad del cuello, la angustia traumática, la depresión y el dolor. El equipo de investigación identificó una asociación entre la infiltración de grasa en los músculos cervicales y las anomalías en la estructura de la red del cerebro asociadas con problemas neuropsicológicos relacionados con WAD. Es decir, los pacientes con más tejido graso en los músculos del cuello también fueron los que tenían más signos de lesión cerebral o función cerebral alterada.
Cuando los músculos profundos y los tejidos blandos asociados en el cuello se lesionan en un evento de latigazo, el cuerpo puede reclutar músculos superficiales para ayudar a estabilizar el cuerpo y mantener la postura. Si bien esto puede proteger los músculos profundos de más lesiones a corto plazo, puede desacondicionar estos músculos con el tiempo y permitir que los depósitos de grasa se infiltren en su tejido.
En otro estudio que siguió a 141 pacientes con WAD y 40 sujetos no lesionados durante un año, los investigadores observaron que los pacientes con WAD demostraron una pérdida en la fuerza de los músculos del cuello durante todo el año, incluso si su dolor de cuello se resolvió y su rango de movimiento cervical volvió a la normalidad. . Además, los pacientes que no se habían recuperado lo suficiente para regresar al trabajo después de un año tuvieron una pérdida promedio del 50% de fuerza en los músculos del cuello.
Los hallazgos de estos estudios sugieren que cuando el proceso de latigazo es lo suficientemente fuerte como para lesionar los tejidos blandos del cuello de una manera que conduce a una actividad muscular anormal que permite que los músculos importantes se debiliten y que se desarrollen depósitos de grasa, entonces el mismo evento también puede conducir a una posible lesión cerebral, con los síntomas cognitivos resultantes. Si es así, la identificación temprana de pacientes con WAD con debilidad de los músculos cervicales puede ayudar a los médicos a descubrir qué pacientes pueden necesitar una atención más sustantiva para reducir su riesgo de problemas continuos de WAD.
Varias pautas de tratamiento indican que la atención quiropráctica es una excelente opción de tratamiento de primera elección para el paciente con WAD, que puede implicar un enfoque multimodal para restaurar el movimiento en las articulaciones afectadas y la fuerza en los músculos cervicales profundos y superficiales.