Los dolores de cabeza pueden deberse a muchas causas diferentes. Una lista parcial incluye estrés, falta de sueño, alergias, traumatismos en el cuello (particularmente lesiones deportivas y accidentes automovilísticos) y más. En algunos casos, la causa puede ser desconocida.
Un único denominador común de los dolores de cabeza tiene que ver con la anatomía de la columna cervical, en particular la parte superior del cuello. Hay siete vértebras cervicales y las tres superiores (C1-3) dan lugar a tres nervios que viajan hacia la cabeza. Estos nervios también comparten un núcleo de dolor con el nervio trigémino (par craneal V), que puede dirigir las señales de dolor al cerebro.
Dependiendo de cuál nervio es el más irritado, la ubicación del dolor de cabeza puede variar. Por ejemplo, C2, el nervio occipital mayor, se desplaza por la parte posterior de la cabeza hasta la parte superior. A partir de ahí, puede comunicarse con otro nervio (par craneal V o nervio trigémino), que puede referir dolor a la frente y/o detrás del ojo.
Cuando C1, el nervio occipital menor, se irrita, el dolor viaja a la parte posterior de la cabeza, mientras que la irritación hacia C3, el nervio auricular mayor, produce dolor en un área justo por encima de la oreja. Cuando se pellizca un nervio, la sensación alterada puede incluir dolor, entumecimiento, hormigueo, ardor, picazón, dolor o una combinación de estas sensaciones.
Estos se clasifican como dolores de cabeza cervicogénicos (CGH, por sus siglas en inglés) y, como su nombre lo indica, el origen del dolor/sensación alterada surge del cuello.
Un estudio de 2013 que revisó la literatura sobre CGH encontró que la manipulación y la movilización mejoraron el dolor, la discapacidad y la función. El enfoque más eficaz incluyó la manipulación combinada con ejercicios de fortalecimiento del cuello y la parte superior de la espalda.
Pero, ¿qué pasa con las migrañas? Las migrañas son dolores de cabeza vasculares, y algunas (pero no todas) están precedidas por un aura o una advertencia previa al dolor de cabeza que puede incluir visión borrosa, hormigueo, sensaciones olfativas extrañas, etc. Un estudio de 127 pacientes con migraña reportaron menos ataques y menos medicamentos necesarios por aquellos que recibieron atención quiropráctica.
La buena noticia es que la manipulación espinal es muy segura, y a menudo, una prueba es muy satisfactoria para muchos tipos de dolores de cabeza.